VENTA Esto no es sólo el anuncio de un SC

• Buenas noches.
• Me ha costado decidirme a escribir este post, pero entiendo que ha llegado el
  momento. Algunos ya sabéis que me llamo Carlos y que hace unos cuatro años compré un Nueveonce SC Targa del 79. Analizándolo ahora creo que fue un flechazo, casi un arrebato. La mañana “de autos” me levanté sin intención de ver ocupado aquel hueco en el garaje y aquella misma tarde llegué a casa anunciándole a mi mujer, con un excedente de alegría que no lograba disimular, que me había "comprado un Nueveonce”. ¿Por qué?... Bueno, afortunadamente nunca me lanzó ella esa pregunta, limitando su reacción a llevarse la mano a la frente y mover la cabeza suavemente de un lado a otro, como hubiera hecho ante un niño que acaba de hacer una travesura.
  Viéndolo con perspectiva recuerdo la impresión que me había causado el sentarme unos
  meses antes a los mandos de otro SC, contemplando un paisaje actual a través del marco
  clásico que formaban el parabrisas, tan próximo, y la hilera de relojes propios de un avión de combate tras el volante. Me gustaba pensar que acabaría teniendo un “nueveonce” clásico… Pero sin darme cuenta aquella intención se había ido fijando en mi córtex con demasiada firmeza.
  Ahora ya lo tenía. Podía plantarme frente a él, tocarlo con mis manos sólo por sentirlo cerca;
  era musculoso, intemporal, estaba impregnado en la pátina de los recuerdos de mi niñez, olía
  suavemente a cuero curtido y orquestaba el bóxer un burbujeo metálico hipnotizador. Que
  apareciera algún indicio de pintura en determinada goma, algún diminuto bollo en su “piel”, la gota de aceite en el suelo; que no fuera una unidad perfecta, en definitiva, no me impedía una satisfacción plena en el momento de escaparme las mañanas de sábado o domingo a sus mandos, como tampoco a nuestro querido perro por no ganar concursos de belleza o carecer de pedigrí.
  Tuve, sin embargo, un momento de duda respecto al coche. Tuvo su origen al sentarme en otro aircooled, esta vez coupé, y ver la ventanilla lateral trasera del lado derecho y la caída del techo por dentro. Formaban aquellos dos elementos una combinación que me pareció muy atractiva y trastocó de forma súbita mis preferencias. Algo había hecho click en mi interior: había decidido cambiar el Targa por un Coupé.
  Así, puse a la venta el mío y localicé un Coupé que me parecía interesante sobre todo por el color, un asunto que que para mí es bastante importante. Pero sucedió que quienes me hicieron ofertas por el Targa sugerían pagarme en metálico (no lo acepté) y que se me adelantaron en la compra del Coupé; mala suerte. Sin embargo otro ingrediente volvió a trastocar esta historia: tuve la suerte de que me invitaran a participar en el Sotogrande Grand Prix al volante de un coche muy especial (que no era mío; ¡ya me gustaría!). Hice muchos kilómetros por carreteras comarcales de Andalucía con la brisa revoloteándome el pelo y fue así como llegué a la conclusión de que el placer de conducir un clásico, bajo punto de vista, es pleno cuando nada se interpone entre tú y el cielo. Aquello conllevaba una nueva decisión: me quedaría con el Targa, al que a partirr de entonces empezaría a considerar como “el cabrio perfecto”.
  ¿Iba a estar la experiencia con mi Nueveonce libre ya de convulsiones? No. Aún
  vendría otro seísmo en nuestra relación: un súbito, temporal y
  aparentemente irresoluble problema de espacio me llevó a la decisión de anunciar el Targa en algunas páginas de compra-venta. Por aquellos días un conocido miembro de este foro me llamó para hacerme unas cuantas preguntas por el coche y recuerdo exactamente lo que le dije cuando se identificó: "Temía que me llamaras..." De aquella conversación supongo que salió con la percepción de que en realidad no quería vender el coche. Si la persona en cuestión está leyendo esta historia, le reconozco que efectivamente no lo quería vender. Suerte que aquel inconveniente se solucionó y pude retirar los anuncios.
• Y nos encontramos ya en pleno 2019. Lo primero que me gustaría aclarar es que estoy en deuda con esta Comunidad porque hace ya cuatro años que debía haberme dado a conocer en el subforo de Presentaciones, pero lo descubrí cuando ya había escrito algún post y hacerlo con posterioridad me parecía ya poco adecuado. Espero que las líneas de esta historia sirvan para compensar aquel fallo.
• En estos años el foro de soloporsche se ha convertido para mí en una fuente de entretenimiento de la que bebo todos los días (cinco minutos al día; con eso tengo suficiente). Por ello, cuando arriba titulaba "Esto no es sólo el anuncio de un SC" pensaba en agradeceros que entre todos hayáis hecho de este foro una referencia. Es sorprendente el conocimiento que aflora en algunas respuestas, la voluntad con la que os ayudáis, la sensación de Comunidad que parece uniros, sin la frivolidad que los reduccionistas del pensamiento simple atribuirían a un apasionado de los coches sólo por llevar un automóvil caro. Si renunciara a tener otro Porsche en el futuro (ni de broma) os seguiría leyendo igualmente. Pero debo mirar al presente: desde el momento en que compré el SC, en 2015, he tenido otro hijo y me he lanzado recientemente a una aventura empresarial que me tiene bastante entretenido (si tenéis a mano un detector de ironías supongo que se le habrá encendido la luz roja; sencillamente "no me da la vida"). El otro día lo hablé con mi mujer. "Creo que voy a vender el Porsche. Rodarlo sólo diez kilómetros el fin de semana para que todo siga funcionando no es disfrutarlo". Y esta vez no se ha llevado las manos a la cabeza. Sólo ha lanzado un comentario. "¿El Porsche?... Qué pena".
  
• Así que con pena, pero esta vez decidido, veo que ha llegado el momento de que disfrute otra persona del protagonista de esta historia, que os presento a modo de ficha para los que todavía no lo conocéis:
• Se trata de un "Nueveonce" SC en versión Targa de 1979. Es europeo, pero pasó alguna temporada en Houston para finalmente recalar en España.
• Números de motor y chasis coincidentes.
• Matriculado en España con matrícula de formato europeo.
• Color de carrocería correcto (Iris Blue Metallic). Se ven muestras de haber sido repintado, al menos parcialmente.
• Versión con elevalunas manuales, sin aire acondicionado y sin consola central (estos tres detalles le proporcionan un look retro que me encanta).
• Asientos Sport (una opción muy poco común).
• Techo sin roturas ni rasgados.
• Interior en buen estado. Tengo sus correspondientes bandejas de puertas (al principio le compré unas con altavoces al mencionado forero de antes, pero luego compré otras ya sin altavoces y en perfecto estado), así como las tapas basculantes. Ambas cosas aún están sin poner.
• Cambié su volante original por un Momo Prototipo.
• Lleva cuentamillas, pero al parecer se ha roto el sensor del cambio. No lo he reemplazado porque estaba en mi intención encontrar primero uno que contara en km, o al menos en millas y km.
• Calculo que el motor rondará los 180.000 km (carece de libro de revisiones). No se le ha hecho la Gran Parada. De hecho, tiene goteo y mancha el escape, provocando cierto olor. Por lo demás, tira y funciona correctamente.
• Frenos y dirección sin problemas.
• Neumáticos en buen estado.
• Tuvo una pequeña zona de óxido junto a la batería que se subsanó (de forma poco ortodoxa) con fibra de vidrio. Además, tiene otra pequeña mancha de óxido en el umbral de la puerta del acompañante.
• En estos años le he hecho algún trabajo de mantenimiento de distinta envergadura. Lo más importante ha sido el desmontaje y rehabilitación completa de la K-Jetronic (Acien Racing, 2016), el reglaje de taqués (RBM Sport, 2018) y el encendido con módulo y cables nuevos (RBM Sport, 2018). Lo suficiente para seguir disfrutándolo (guardo facturas).
• He estado dándole vueltas al tema del precio y creo que 31K es una cifra muy realista con la que podemos quedar satisfechas ambas partes. Soy consciente de que tiene cosas por hacer, pero por esa cifra se puede disfrutar tal como está o, si se desea invertir (gran parada, por ejemplo), se puede culminar con una unidad hecha en el taller de renombre y a un precio todavía razonable, desde luego inferior al que piden por coches ya restaurados (salvo que se lleve a un CP).
• Aprovechando para disculparme ante los administradores por este post tan poco habitual, os dejo por ahora, aunque seguiré leyéndoos.
• Me tenéis en el seis, siete, uno, treinta y ocho, treinta y tres, sesenta y cuatro.
• Gracias por el esfuerzo de leer hasta aquí.
• Carlos.

 

Hola de nuevo.
El coche se ha vendido. Como prometí, seguiré entrando en el foro y siendo porschista de corazón.
Hasta pronto, compañeros.