¿Obras inexistentes para regular la velocidad?

La paulatina incorporación de autovías y autopistas a nuestra red viaria es el primero y más fundamental factor de reducción de víctimas en las carreteras, como tendremos ocasión de comprobar en un artículo que está “en la cocina”. Pero lo cierto, por eso mismo, es que una buena carretera en mal estado es mucho peor (menos segura) que una vía mala en buen estado, atendiendo a sus características objetivas principales, como son el trazado y el desdoblamiento: si una autovía es presumiblemente más segura permite circular por ella a una velocidad mayor, con más fluidez y más comodidad; pero si, de repente, aparece un boquete en el carril derecho que obliga a dar un volantazo; una balsa de agua que ni los bomberos pueden achicarla (esto se ve, por ejemplo, en la A-6, a la altura de La Berzosa, a cada chaparrón); si los arcenes quedan inutilizados por estrechos, entonces la segura autovía se convierte en una trampa mortal.

Advertía la DGT en su informe sobre la siniestralidad en verano que había decrecido el número de accidentes en carreteras convencionales en detrimento de las vías rápidas; yo no tengo demasiado claro que esto sea así, pero, de ser, no se me ocurre otra cosa que el propio estado de la vía, puesto que si objetivamente es más segura para dejar de serlo en el transcurso de un sólo verano algo les habrá pasado. Se analizará con detenimiento.

Por todo ello, el correcto mantenimiento de las vías es una de las tareas que conciernen a la Administración a la hora de mejorar la seguridad de los conductores. Y parece que este verano había saldos en las empresas de reparación y mantenimiento de carreteras. ¡Qué despliegue, qué fruición asfaltadora!

Estos meses pasados, tanto por ocio como por negocio, he recorrido unos 4.000 kilómetros, desde Madrid, prácticamente en todas direcciones. He encontrado docenas de tramos de obras, vías únicas y centenares de kilómetros de limitaciones específicas por obras. De verdad que aunque se quisiese buscar una buen promedio de velocidad (de más o menos los límites genéricos) resultaba del todo imposible: absurdo intentar recuperar terreno ante la casi total seguridad de que poco más allá me encontraría otro parón. Por eso me resulta extrañísima otra de las apreciaciones de la DGT en sus notas de prensa de este verano, cuando hablaba de que la velocidad media en vías rápidas había aumentado en 3 kilómetros por hora. Cualquiera de los millones de personas que este verano hemos circulado por la piel de toro sabe que eso es física y metafísicamente imposible. ¿No será más bien una nueva excusa para no querer oír hablar de revisar los límites de velocidad? Yo me temo que sí.

Y esa sospecha se convierte en temor cuando he comprobado que centenares de kilómetros de autovías han tenido este verano limitaciones específicas por obras de 80 y de 60 kilómetros por hora, pero la obra simplemente no existía. ¿Un nuevo sistema para reducir la velocidad? Ingenioso, sin duda. Pero con el riesgo (toda medida torpe lo incluye en el precio) de que, a fuerza de señalar obras inexistentes, acabemos por no creernos las que sí están en curso. Y si nos comemos una hormigonera, ya se sabe: velocidad inadecuada.

 

Refrendo, palabra por palabra, lo que acabo de leer.

Excelente (triste) descripción de la realidad de nuestras (lamentables) carreteras.

 

En primer lugar, agradecerte una vez más la labor que estás haciendo en pro de la seguridad desde el punto de vista de la realidad, la velocidad no mata, mata la señalización y la educación inadecuada.
Y como ya comenté referente al tema de la carretera de colmenar, es peligrosa porque las señales de peligro y limitaciones se corresponden con la realidad, y no estamos acostumbrados a esto.
Cuantas señales en medio de una autovía señalando una curva "peligrosísima", señales que te obligan a bajar la velocidad hasta 60 km/h, luces de "acojonamiento psicológico", y cuando llegas a dicha curva resulta que se puede tomar a 120 con cualquier utilitario sin tener que ser un Alonso del volante.
Todo esto hace que la gente se confíe y cuando hay peligro de verdad no hagamos ni p*** caso.

 

Lo cierto es que la A1 desde Burgos hasta Madrid este verano ha sido un maldito caos... y lo cierto es que se no hacía falta haber cortado tantísimos kms para hacer obras en tramos de apenas 500m...:[question]

 

En la N-II en Zaragoza, llevan desde principio de año con limitación a 80 por obras, y entre los coches de las obras colocan un coche radar que se pone las botas.

 

Si, el adocenamiento y la mediocridad siempre son valores de elevada sostenibilidad.

Me parece bien lo que comentas de las líneas contínuas, a ver si encuentro manera de documentarlo... Gracias jefe!

 

En valencia ocurre lo mismo, en la a-7 direccion alicante a la altura de torrent, limitan la velocidad de la autovia a 80 durante varios kilometros cuando no hay ninguna obra