Hola a todos. Quiero agradeceros vuestra acogida, especialmente a Paco, y buen ambiente que se respira en el club, y vuestra generosidad , que me ha permitido circular en el Circuito del Jarama sin ser socio. Ha sido divertidísimo ir por el Jarama a todo trapo con mi 911 Carrera 3.2 retro look (el color plata que parecía anterior a 1973). No se si habéis abierto ya el debate de como se conduce el 3.2, os cuento mi opinión: Antes de ponerte a los mandos de un Carrera 3.2 esperas que, al tener motor y tracción trasera, sea un coche relativamente fácil de conducir en las curvas lentas, en las que crees que con meter el morro y dar un golpe de gas, que haga resbalar el eje trasero, puedes encarar la salida. También temes que en las curvas rápidas, la enorme inercia del peso de su motor de ubicación posterior, pueda llevarte a una peligrosa cruzada a más de 200 por hora. Nada más lejano de la realidad. Cuando intentas ir rápido por primera vez con este coche, lo que más te sorprende es que en curvas lentas el morro no entra bien, tiene tendencia a subvirar. Esta característica, que ha sido criticada por algunos probadores, es la misma que tenía el primer Honda de motor central fabricado como superdeportivo y puesto a punto por el propio Ayrton Senna, el NSX, que también fue criticado por una parte de la prensa especializada. En realidad, se trata de una característica propia de los coches de competición que permite ir muy rápido. Para ello, con el Carrera 3.2 la entrada en curva la tienes que hacer un poco fuerte, frenando hasta el último momento para cargar el peso del coche sobre el eje delantero y que las ruedas se adhieran lo más posible. Luego tuerces el volante para tomar la curva y compruebas, si has elegido bien la velocidad de entrada, que el morro resbala un poco, no es que siga totalmente recto, sino que da la sensación que se va a salir porque está girando menos de lo que ordenas al volante. Es entonces cuando tienes que acelerar con decisión (justo lo contrario de lo que te pide el cuerpo) para conseguir que la parte trasera empiece también a resbalar y meta el morro en el vértice de la curva, consiguiendo una velocidad de paso muy elevada. Si lo haces bien verás que no hace falta contravolantear y que en realidad para alguien que lo vea de fuera parece que el 911 no está derrapando, cuando lo cierto es que resbala de las cuatro ruedas. Lo mismo ocurre con los coches de Fórmula 1. Esta forma de conducir es muy divertida, tienes que apuntar antes del vértice de la curva, calculando el desplazamiento lateral del coche que va a producirse. También es importante manejar el acelerador con suavidad, si en segunda pisas a fondo el coche, se irá demasiado de atrás con peligro de hacer un trompo, si empieza a irse de atrás y quitas el gas de golpe el trompo está garantizado. En curvas rápidas, en cambio, es como si el centro de gravedad estuviese entre los respaldos de los asientos delanteros. El coche se va de las cuatro ruedas simultáneamente. Si aceleras más tiende a salirse de la pista con toda nobleza y sólo tienes que aflojar el acelerador para que vuelva a acercarse al interior de la curva sin hacer ningún tipo de extraños. El sitio ideal para probar eso son los circuitos rápidos con curvas prolongadas, aunque lo perfecto son las autopistas alemanas, sin límite de velocidad, con interminables curvas que se toman a más de 200 (parecidas a las de la autopista Guadalajara/Zaragoza). En ellas puedes ver lo fácil que es controlar el Carrera empezando rápido aunque no a tope por el carril interior y pisando el acelerador hasta ver como se va desplazando al exterior, momento en el que, si levantas un poco el pie, el coche vuelve a su sitio. Conviene hacer todo eso con sangre fria, sensibilidad y reflejos, pero sin brusquedades porque son poco compatibles con el 911 Un saludo y muchas gracias por undía tan divertido.
